01/05/08
Dejé la casa limpia, hice la comida, tomates rellenos y ternera en salsa de ciruela; me puse guapa para él, con el vestido azul que me regalo por navidad. Me serví un vaso de ginebra, encendí un cigarrillo y me senté a esperarlo el el sofá. Espere. Espere. Y después decidí que ya no podía esperarle más, cogí las maletas que tenia preparadas desde el día anterior, el billete de avión que guardaba en el cajón, ese sería el último día que volvería a esperarle, me eche a llorar. Mire la nota que había escrito la semana pasada por si llegábamos a esto y al leerla la sentí ajena y la queme en la chimenea, no merecía la pena. Cogí las llaves del mercedes, este sería el último regalo que me haría para compensar su eterna ausencia. Me mire en el espejo de la polvera, me limpié las lágrimas y ensaye una sonrisa trémula. Al verme sonriendo por fin, me libere y eche a reír, por fin reía, hacia tiempo que no lo hacía de verdad. Me pinte los labios de rojo y me marche riendo en el descapotable, más feliz de lo que lo había sido en mi vida.
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1 comentario:
es una conversación real,
solo me quedé con ella, no la quería olvidar, pero si es verdad que sus palabras me hacían vibrar y volvían a hacerlo mientras lo escribía.
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