viernes, 29 de mayo de 2009

Una franja de sombra



18/03/08

Me desperté lo bastante temprano como para disfrutar de una larga mañana pero no lo suficiente para considerarse madrugar. El sol de primavera me despejo cuando salí a la calle mas que cualquier ducha mañanera. Había mucha gente en las aceras, en los parques y en los cafés; y parecía como si estuviesen disfrutando de un día libre. Las tiendas estaban abiertas, debía ser Sábado. Me acerque a una cafetería y me senté en la terraza a la sombra de un arbolito. Me quite la chaqueta, hacia calor. Un camarero se acerco y me pregunto que deseaba tomar. El sol pensé yo, pero conteste: "Un café, solo, por favor". Por las avenidas peatonales la gente caminaba hablando en voz alta, y llegaban a mis oídos retazos de conversaciones ajenas. En las fachadas de los edificios el sol brillaba deslumbrando a los turistas que tomaban fotografías de todo a su alrededor como si temieran que fuese a desvanecerse de un momento a otro, no les falta razón pensé....

Vermouth

04/03/08
Sentado solo en el bar mientras espero miro a los demás clientes. Cerca de la barra un grupo de amigos conversan, entre copas de vino, alegre y despreocupadamente sobre lo que hicieron la noche anterior; en una mesa dos parejas se divierten viendo como el niño que viene con ellos se esconde debajo de la mesa; al fondo una joven pide unas cañas para su novio y los padres de este mientras les cuenta, despreocupada, los últimos percances que ha tenido en su nuevo trabajo. Agito mi copa de vermouth y miro el reloj. Se retrasa, pienso. Y entonces la veo venir con abrigo verde y gafas oscuras a través del cristal.....

lunes, 11 de mayo de 2009

Que no quede piedra sobre piedra

29/02/08
Todo lo viejo será destruido, y las hojas de otros años que acumulan polvo sin atreverse a caer serán podadas y los nuevos brotes filtrarán la luz del sol en haces verdes y dorados; las viejas glorias serán olvidadas, las antiguas disputas y las guerras pasadas. Borraremos de los libros de historia los nombres de los reyes de antaño, y demoleremos sus palacios, y derribaremos sus estatuas. Las leyes del ayer serán derogadas, enterraremos las crónicas de los héroes y su hazañas, el arte sera renovado y los viejos discos y cuadros y esculturas quemados, los edificios demolidos, los canales sepultados, los puentes caídos, y crecerá la hierba en los viejos caminos. Y solo quedaremos nosotros, la nueva semilla de todo lo que destruimos.

Que no quede piedra sobre piedra....

De las semillas y el renacer

21/02/08
Dejé el fruto enterrado en la tierra, y sobre su maceta de barro cayó la lluvia y la nieve, y la turba negra se cubrió de escarcha, y asomada en mi alféizar le azoto el viento. El musgo creció y el tiempo pasó y la semilla no parecía despertar de su letargo, durmiendo encogida dentro de su hueso duro. Pero antes de que llegase la tercera primavera después de ser plantada, dos cotiledones blanquecinos salieron a la luz, al principio caídos como si estuvieran soñolientos; pero pronto se desperezaron estirándose al sol en un bostezo matinal de inevitable despertar. Y cuando me asome a la ventana y lo vi bostezando en aquel soleado día de finales de invierno me invadió de nuevo la olvidada esperanza.

De la muerte y lo convencional

14/02/08
-Caronte, divino barquero, llévame al otro lado.
-¿Tienes una moneda con la que pagarme?
-Soy pobre.
-Ni los pobres entran gratis en el Hades, aunque sean dignos de morar en los Elíseos o aunque merezcan el peor de los castigos del Tártaro.
-Entonces cruzare a nado.
-El río Estigia rodea nueve veces la tierra de los muertos; nadie podría atravesarlo a nado.
-Y que sugieres que haga gemir y vagar hasta que algún vivo pague mi peaje para librarse de mi fantasma.
-Eso es lo que hacen todos los demás.
-Yo no soy como los demás, además después de morir asesinado por un videoartista conceptual enano y bulímico que utilizó como arma homicida la peineta de una folclórica travestida, sería una grave falta de imaginación convertirme en fantasma de una forma tan convencional.

El coleccionista

01/02/08
Allí mirándome con los párpados y los miembros caídos desde las desvencijadas estanterías de caoba, había cientos de marionetas, con los hilos enredados, los vestidos remendados y la pintura agrietada; algunos autómatas de bronce con cuerpos articulados, máscaras de escayola y trajes de retales; y muñecas de porcelana en diversos estados de degradación que parecían seguirme con la mirada triste y vidriosa. Las paredes cubiertas de seda verde mostraban una inmensa colección de mariposas y polillas pinchadas en sus alfileres dentro de los marcos dorados, y entonces lo vi moverse entre las sombras que proyectaba la chimenea, estaba sentado en un sillón de orejas, vestía una chaqueta de terciopelo púrpura y bebía una copa de Porto.
-Acércate-, dijo-, te he estado esperando.