domingo, 18 de octubre de 2009

Diferencias y semejanzas

24/08/09
La vio caminando entre la multitud, que la envolvía como una nube a una montaña. Llevaba unas gafas de bucear y se agachaba cada dos por tres a recoger pequeños tesoros del suelo que los demás no veían. Le pareció que era como una buscadora de perlas polinesia sumergiendose constantemente en una marea humana que no dudaría en ahogarla. Se veía a leguas que no era como los demás y quizás por ello las olas de vulgaridad en las que nadaba se apartaban a su paso y la miraban confundidas entre el desdén y la compasión. Se volvió a sumergir entre la gente, había encontrado otro de sus tesoros, una pulsera de cuentas rota y a la que le quedaban apenas siete bolitas. Entonces, la chica descubrió mirando entre las piernas de la gente que él la observaba sentado en un banco dando de comer gominolas a las palomas. Sus miradas se cruzaron soñadoras...